Mercados Privados: La Nueva Era de Oportunidades de Inversión

Mercados privados – Esta categoría incluye cualquier inversión que no se cotiza en bolsa. A diferencia de los mercados públicos, en los que la transparencia y la regulación son más elevadas, los mercados privados incluyen activos como las acciones de empresas no públicas, la deuda privada, las inversiones en bienes raíces, infraestructuras y recursos naturales, entre otros. En la actualidad, las inversiones administradas por los fondos de capital privado representan alrededor del 5% de todas las acciones que se cotizan en mercados regulados. 

Los mercados privados han suscitado cada vez más interés en los últimos años, ya que uno de los atractivos de invertir en ellos es la menor liquidez, que aporta estabilidad a largo plazo a las carteras de inversión. También permitirán a los inversores diversificarse, algo esencial en un entorno económico en constante cambio. Al mismo tiempo, los mercados privados tienen el potencial de dar rendimientos a largo plazo que superen a los activos tradicionales y, por lo tanto, resultan atractivos para ambos inversores institucionales y particulares. 

Por otro lado, destacan varios desafíos que presenta la inversión en mercados privados, siendo el primero de ellos la falta de liquidez que dificulta la compra y venta. En consecuencia, se necesita capacidad de gestión y valoración para poder invertir en ellos, por lo tanto, es esencial rodearse de firmas de gestión competentes. 

La transparencia es otro factor a considerar; a diferencia de las empresas listadas en bolsa, cuya información financiera y operativa es pública, las organizaciones de mercados secundarias no tienen la obligación de publicar esta información. Por lo tanto, cualquier persona que desee invertir en esa forma de inversión es consciente de los riesgos y, antes de invertir su capital, realiza una investigación exhaustiva.